Custodia Compartida: Todo lo que Necesitas Saber
¿Qué es la Guarda y Custodia?
La custodia compartida es una modalidad de guarda y custodia en la que ambos progenitores comparten la responsabilidad del cuidado de sus hijos tras una separación o divorcio. Regulada en el artículo 92 del Código Civil, la guarda y custodia es una facultad inherente a la patria potestad.
La guarda y custodia implica la responsabilidad de los progenitores en el cuidado y atención de los menores, asegurando su bienestar y desarrollo.
Guarda y Custodia Compartida
La custodia compartida es una situación legal en la que, en caso de separación matrimonial o divorcio, ambos progenitores ejercen la custodia legal de sus hijos menores de edad en igualdad de condiciones. Esto significa que tienen los mismos derechos y deberes en cuanto al cuidado de los menores.
Este régimen permite que los hijos convivan con ambos progenitores, estableciendo periodos alternos de convivencia que pueden variar según cada caso.
El Tribunal Supremo ha determinado que, en beneficio del menor, la guarda y custodia compartida debe ser la opción prioritaria, ya que garantiza el ejercicio equitativo de los derechos y obligaciones parentales, favoreciendo el desarrollo de los hijos.
Formas de Ejercer la Guarda y Custodia
Custodia compartida en un mismo domicilio
Los progenitores se alternan en la vivienda familiar, de modo que el menor permanece en el mismo entorno, manteniendo su estabilidad.
Custodia compartida en distintos domicilios
El menor se traslada entre los domicilios de ambos progenitores, según el régimen acordado.
Aunque implica la convivencia con ambos progenitores, no siempre se distribuye equitativamente el tiempo, ya que se consideran las circunstancias particulares de cada caso.
Fijación del Domicilio del Menor
La legislación civil española no establece una regulación específica sobre la forma de ejercer la custodia compartida. Sin embargo, siempre debe prevalecer el bienestar del menor y su derecho a una vivienda adecuada.
En la mayoría de los casos, los menores cambian de domicilio según la alternancia acordada. Esto se debe a que, aunque al principio pueda ser un cambio significativo, los niños suelen adaptarse mejor cuando sus padres se encuentran en una situación estable.
Otro aspecto relevante es la determinación del domicilio de empadronamiento del menor, ya que este solo puede estar registrado en un único domicilio. Como norma general, se empadronará en el domicilio donde pase la mayor parte del tiempo.
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